Me duele mucho ahí donde debería estar el corazón se ha instalado un dolor
radiografía del corazón el cardiólogo ve dolor me duele doctor me duele
¡cómo no le va a doler!
no tiene corazón tiene dolor tiene que ir al siquiatra tiene que ir donde un hombre donde una mano donde un alma donde otro corazón
la ciencia no tiene solución la medicina no tiene solución el quirófano la cirugía no tienen solución un abrazo bien apretado o bien suavecito y largo es la solución un santo un mago un curandero qué se yo
¿Ha visto ud. a este hombre? (Fotografía tomada en medio de una planificación de atentados de esperanzas)
Sujeto peligroso y conflictuante dispuesto a revoluciones necesarias (dicho estado espiritual está en franco ascenso en el último tiempo) y esperando dar el gran asalto al destino. Se le individualiza como autor de variados atentados contra las costumbres, junto a un pequeño y crepuscular grupo de camaradas se les sindica como habituales agitadores sociales y de corazones.
Si se le encuentra, especialmente un día domingo, no confiar en él y bajo ningún pretexto acompañarle ni incitarle a escuchar o mantener cualquier relación con Sigur Rós, de ello puede resultar un eventual suicidio catártico ante lo cual se recomienda escapar y dar aviso a la fuerza publica o al olvido.
De fuente fidedigna se sospecha que está preparando un gran atentado con el fin de liberar mariposas en las vías publicas de los eternos hombres de terno.
Yo no voy a morirme. Salgo ahora en este día lleno de volcanes hacia la multitud, hacia la vida.
Aquí dejo arregladas estas cosas hoy que los pistoleros se pasean con la 'cultura occidental' en brazos, con las manos que matan en España y las horcas que oscilan en Atenas y la deshonra que gobierna a Chile y paro de contar.
Aquí me quedo con palabras y pueblos y caminos que me esperan de nuevo, y que golpean con manos consteladas en mi puerta.
Voy a vivir. Canto general (1949)
Gracias hombre, ni siquiera sé tu nombre pero eres la demostración hermosa de que aún podemos y debemos creer en los sueños. Perdón por no tener hogar en el que acogerte pero con lo poco que hice hoy espero estés bien hasta que todo pase... desde Punta de Tralca hasta el destino de tus esperanzas, ojala nos veamos y me recuerdes. Quiero que ahora duermas tranquilo en algún lugar y tu corazón encuentre reparo y tranquilidad.
Buscaba complicado el dinero porque lo único que quería era abrazarte y te agradezco tanto que me hayas permitido eso. Sentí tu pena y fue mía también por un segundo, debes saber que no estás sólo aunque eso parezca... prometo que el destino nos juntará nuevamente y sabremos de quién camina a nuestro lado, tú sabrás mi nombre y yo el tuyo.
La vida no deja de sorprendernos; nunca. Espiritrompa! (you say you wanna stay by my side / darlin', your head's not right)
Allá va la que fue mi amor, qué más podría decirle si ya ni mis gemidos conmueven a la que ayer arrastraba su espalda por las piedras. Pero hasta las cenizas recuerdan cuando no era nadie y aún están los muros contra los que llorando aplastaba su cara mientras al verla la gente se decía "Vámonos por otro lado" y hacían un recodo sólo para no pasar cerca de ella pero yo reparé en ti, sólo yo me compadecí de esos harapos y te limpié las llagas y te tapé, contigo hice agua de las piedras para que nos laváramos y el mismo cielo fue una fiesta cuando te regalé los vestidos más lindos para que la gente te respetara.
Ahora caminas por las calles como si nada de esto hubiese en verdad sucedido ofreciéndote al primero que pase. Pero yo no me olvido de cuando hacían un recodo para no verte y aún tiemblo de ira ante quienes riendo te decían "ponte de espalda" y tu espalda se hacía un camino por donde pasaba la gente. Pero porque tampoco me olvido del color del pasto cuando me querías ni del azul del cielo acompañando tu vestido nuevo perdonaré tus devaneos. Apartaré de ti mi rabia y rencor y si te encuentro nuevamente, en ti me iré amando incluso a tus malditos cabrones.
Cuando vuelvas a quererme y arrepentida los recuerdos se te hayan hecho ácido deshaciendo las cadenas de tu cuello y corras emocionada a abrazarme y Chile se ilumine y los pastos relumbren.
Fragmento Canto III, Anteparaíso.
Zurita conchetumadre... deja de moverte (ja!) y deja de cagarme. Mañana termina la semana más importante de Okt., no me falles. No, tú no me falles. Mientras bailo con mi hermana.
- Era una burla del destino. - Pero hombre, si esta es la manera en que de mí se burla, poco importa.
Le reprochaba muchas cosas: no aparecer antes, robar el nombre de su amiga, dulce como la miel, ser tan (in)oportuna. Era la provocación vívida de la eternidad, destruía el tiempo, los parques y todas las demás continuidades con ese oficio de maga que tenía.
Le desconcentró todo el tiempo en el teatro cuando era el mejor de los espectáculos del país pero con ella al lado no significaba nada. Esa fragancia de aterradora amabilidad, ese coqueteo de silencio, la verdad estaba al final mirándola de frente mientras hablaban de la obra. Ahí mirando su rostro, anhelándola toda, viendo pasar los fantasmas del futuro sin sangre.
Pensaba mientras caminaba sobre nubes nocturnas y entre los pájaros que demoraban las estrellas, mientras atravesaba esa contienda que, al parecer, se repite todas las noches y que vió por primera vez el día anterior junto a Catalina en un día que parecía ser máximo Hermosa mujer burguesa, tu apellido de seguro no es Montt ni Portales (tampoco Perez ni Soto, claro) pero hoy me has vuelto afortunado. La gran diferencia con don Vicente, aparte de la poesía claro, es que jamás te pudo disfrutar- al menos hoy tengo qué celebrar.
Había algo ahí, tan sabroso No precisaba de eso, ni ella ni de ese lunar.
Bueno, así es como se acaba la historia.
Virginia, por favor, déjelo todo. Le ofrezco el mundo. (No te vayas, quédate viendo)
Si, deseche no más. Total la basura la recogen en la otra esquina, no en esta.
Además luego de perderse en el tiempo hasta las cuatro de las mañanas del mundo, uno entiende cosas, en serio. El tiempo es ese extraño pedazo de infinito en movimiento.
Ni payaso, ni trapecista, ni mulher barbada. Ah, volvamos al tema: primero que estás en otras tierras y luego que apareces y, después, que sólo los viernes a las seis sobre una bicicleta y cuando menos lo esperas, ¿qué no entiendes que espero?... y verás tengo cosas que hacer también (que recurso más vago el mío), dime si quieres la novela y te escribo tantas quieras pero si va en serio, ahora es cuando, no te aparezcas en las bañeras ni en los errores del teatro, tampoco digas después que estabas en la otra sala.
Por cierto, todo lo anterior fue un desvarío, lo siento. Un mal día y falta de zen lo llevan a uno a realizar sandeces, sí de esas, y a recordar a los gatos de la vida. Miel por lo primero y felicidad por lo segundo, ¿ve ud.? Que la memoria sea ese mar que sereno te recuerde de cuando en vez tus pies descalzos -tus patitas, siempre he preferido decir- pisando el pasto recién regado... no me hagas volver en otras vidas, es aquí el final del viaje.
Hombre hermoso, te agradezco a tí y a tu ocurrencia del auto. Cosechamos la vida con las manos y las cosas quedan en el más tremendo de los abrazos, luego nos das la receta de la tarde que contaremos a nuestros nietos. Que manera de acabar con el tiempo y el mundo, con la lógica de las negras. Ellas son ángeles, demasiada razón compartida (y pensar que tiene nombre).
Si todo pudiera acontecer, la realidad sería la misma porque no hay diferencia alguna con esa idea.
Ya se abrieron las grandes agustinas por donde pasan los hombres libres recordando, al final están le temeraire y las mesas servidas por invitados en Concón.
Hace mucho no me enfado y debo reconocer que hoy tenía cierta disposición a hacerlo, pero claro con el mayor de los cariños como siempre. El asunto es algo extraño, la semana pasada tuve un pánico terrible nuevamente y me asusté lo suficiente, y un poco más. Entonces hice un haiku en el lenguaje sin notarlo hasta ahora: miel vertida sobre la vida, el acto constructivo, la anulación de la violencia. Y en medio del proceso, apareció ese escrito.
Cuando se abran las mentes necesarias para la literatura se sabrá de esa tarde donde escribí sobre la (in)oportunidad de las féminas y de la poca ocurrencia de uno ante ello. Eres pues muy inoportuna, digo ante el destino.
¿Qué son esas palabras agradecidas de amor sin una mejilla que delicadamente besar?
Tantas provocaciones de melancolía - en el estudio veinticuatro queda claro - tanta inexperiencia. Pasan las nubes rasgando los cielos sobre el cesped manchado por dos insanos tomados de la mano, llaman las personas para saber donde estás ante el ministerio, el rector, que la toma, que la organización social... ¿qué son esas cosas frente a un abrazo?
Pensar que me llamabas así, que me anhelabas siendo incienso de tus días, un mantra eterno nuestras miradas... la complicidad, ¡canejo! Un poco ridículo incluso, piénsalo, la disposición primero al enfado (que no es más que berrinche) y luego el destino con su bofetada con el guante blanco, el trabajo limpio sin sangre y bastante lágrima atrapada. De todos modos, y tengo el derecho al menos, te digo: esa música te la dedico completamente, es toda tuya desde siempre y nuestra también.Ángel, sabes que este no es el fin.Sólo no recuerdas porque no es el momento de hacerlo, yace mi pena volando sobre ello, ni las noches ni la música ni las letras ni el cine ni el teatro ni los sueños ni los proyectos ni las construccion ni la vida.
Aún sé quién eres y ahora me maravillo con quién fuí, la producción del ser no se detiene y nadie nace sabiendo eso: morir también es ley de vida. Pero no te compliques si quiera, ni eso, todo el cariño te devolveré... y seguiré estando en medio de tu amor, como tú en el mío, tenemos más de una vida juntos, ¿qué te crees? Mientras compra corazón, mujer de cartón, o mejor, saca el tuyo a bañarse con rayos del buen sol. Toda la miel ahora.Pensar que nada comenzó, que nada terminó, todo este dolor es una ilusión.
En esta dirección- muevo mi pata de gato- vive el Sombrerero y en esa- de nuevo-, una Liebre de Marzo. Visita al que quieras: los dos están locos y, ciertamente, tu y yo también lo estamos.
- ¿Y cómo sabes tú que estás loco?
- Para empezar -repuso el gato-, los perros no están locos. ¿De acuerdo?
- Supongo que sí - concedió Alicia.
- Muy bien. Pues en tal caso - siguió su razonamiento el gato -, ya sabes que los perros gruñen cuando están enfadados, y mueven la cola cuando están contentos. Pues bien, yo gruño cuando estoy contento, y muevo la cola cuando estoy enfadado. Por lo tanto, estoy loco.
